Existen suplementos nutricionales que promueven la fotoprotección y complementan a los fotoprotectores tópicos. Debemos entenderlos como un elemento más en la estrategia global de protección, sin sustituir jamás a las cremas solares. Los fotoprotectores orales habitualmente contienen varios principios que activan diferentes mecanismos de fotoproteccion, especialmente a través de acciones antioxidantes.

Por ejemplo, la nicotinamida (forma activa de vitamina B3) previene el desarrollo de queratosis actínicas y cáncer escamoso. Los carotenoides (pigmentos exclusivamente sintetizados por plantas que abundan en algunas frutas y verduras) o el Polypodium leucotomos (extracto de un helecho de América Central) pueden disminuir el eritema por RUVB. Pero no sólo protegerían frente a UVB, sino que podrían ejercer mucha mejor protección frente a UVA, ya que estos suplementos contienen antioxidantes y los UVA ejercen sus efectos a través del estrés oxidativo.

Algunos elementos actúan sinérgicamente, como la combinación de carotenoides y vitamina E, o vitamina C y vitamina E. Otras sustancias con capacidad fotoprotectora, entre otras, son: polifenoles del té verde, extracto de cacao rico en flavonoides, isoflavonas o resveratrol.

La fotoprotección oral complementa a otras medidas ya conocidas. Aunque hace un tiempo parecía destinarse a determinados grupos de pacientes (cáncer de piel, fototipos muy claros, enfermedades fotosensibles…) hoy día creemos que benefician ampliamente a la población y su uso se ha popularizado