Si eres hombre, la vitamina C es un buen aliado... más o menos a partir de los 30 años o bien cuando empiezan a manifestarse los primeros síntomas de envejecimiento.

La vitamina C presenta principalmente un potente efecto antioxidante, sobretodo cuando se combina con la vitamina E. Además, promueve la creación de colágeno nuevo lo cual mejora la elasticidad de la piel. Por otro lado, tiene un efecto despigmentante por lo que aclara la piel y le aporta luminosidad.

Es apta para todo tipo de pieles y fototipos cutáneos. La vitamina C por si sola, generalmente no irrita la piel. Sin embargo en ocasiones, para mejorar su penetración en la piel se formula en cremas con otros principios activos que pueden irritar la piel con mayor probabilidad. Cada persona debe encontrar cuál es el preparado de vitamina C que mejor resultado le da. El uso de vitamina C tópica no tiene efectos adversos.

La vitamina C es recomendable aplicarla de noche ya que la piel está más receptiva durante las horas de sueño. Si la estamos combinando con otros tratamientos como el retinol u otros ácidos, podemos usar la vitamina C por la mañana. En cualquier caso se recomienda usarla de forma conjunta con vitamina E, ya que su efecto antioxidante es mucho más potente.

La vitamina C tiene distintas presentaciones químicas. La más efectiva es el ácido L-ascórbico. Sin embargo, ésta es una molécula hidrófila y muy inestable. Por este motivo es muy importante que la crema o preparado con vitamina C que queramos utilizar esté avalada por estudios científicos que demuestren que esa presentación concreta de vitamina C es realmente efectiva.