Durante la menopausia existen cambios hormonales importantes que afectan a la mujer en la mayoría de órganos y sistemas del cuerpo. En la piel, el cambio más importante es la pérdida de colágeno y ácido hialurónico en la dermis media y profunda que se traduce en la aparición de la temida flacidez y la pérdida de hidratación cutánea. Como consecuencia los tejidos tienden a caer y a arrugarse. La edad es variable, como lo es la aparición de la menopausia pero alrededor de los 50 años es cuando los cambios aparecen de forma más rápida (a veces incluso en meses).
Es muy importante mantener hábitos de vida saludables para prevenir el envejecimiento en general y por lo tanto minimizar los efectos indeseables de la menopausia. El tabaco, el alcohol y la falta de sueño son factores negativos que potencian la oxidación y degeneración celular. El ejercicio físico y la dieta variada y sana con productos naturales son factores positivos que debemos practicar de forma habitual para contrarrestar los efectos del envejecimiento en general.
Para evitar los signos del envejecimiento cutáneo existen distintos tratamientos dermatológicos que han demostrado ser eficaces obteniendo resultados naturales de forma segura. Es recomendable empezar a tratar el envejecimiento antes de la brusca pérdida de colágeno y de ácido hialurónico que se produce en la menopausia ya que después es más dificil obtener resultados óptimos.
Los tratamientos dermatológicos indicados en la prevención y tratamiento del envejecimiento, especialmente en la menopausia son:
- Peelings (mejora la calidad de la piel)
- Vitaminas y plasma rico en plaquetas (estimula la creación de colágeno nuevo y ácido hialurónico)
- Ácido hialurónico (hidrata la piel, repone volúmenes perdidos y mejora surcos y arrugas)
- Toxina botulínica o bótox (relaja las arrugas de expresión).
En general las necesidades de hidratación de la piel aumentan en la menopausia por lo que conviene utilizar cosméticos con mayor contenido en grasa. Sin embargo en ocasiones aparecen lesiones de acné en la cara o un aumento de secreción grasa y en esos casos hay que realizar un tratamiento dermatológico específico para cada paciente.
Existen distintos tipos de manchas cutáneas asociadas a la menopausia. En cualquiera de ellas será fundamental evitar la exposición solar y utilizar filtros solares de más de 50SPF para evitar que salgan manchas nuevas o se oscurezcan las existentes.
Las manchas hormonales, también llamadas melasma o cloasma son difíciles de tratar y hay que valorarlas de forma individual. Generalment es necesario utilizar distintos tipos de peelings químicos y fórmulas magistralse adecuadas a cada tipo de mancha y de piel.
Las manchas solares llamadas de tipo léntigo solar es necesario tratarlas con un láser específico que las resolverá en la mayoría de los casos.