El frío del invierno causa estragos en nuestra piel y es que las zonas más sensibles a las bajas temperaturas como las mejillas, los labios, el cuello, el escote y las manos se resienten durante esta época del año.
Por ello es importante cuidar la piel y prepararla durante esta época para estos daños.
Para protegernos del sol utilizaremos prendas de vestir, sombrero de ala ancha, gafas de sol, además de fotoprotector. Los fotoprotectores no deben ser la excusa para aumentar la exposición al sol.