Lo más peligroso es la falsa sensación de seguridad frente al sol que puede producir el uso de un filtro solar de 50+. Es necesario aclarar que los filtros solares nunca ofrecen una fotoprotección total frente a la radiación ultravioleta y menos en ciertas horas poco recomendables como las del mediodía.
Por otro lado, es muy frecuente el olvido de aplicarse el filtro solar o fotoprotector tópico en ciertas zonas que van a estar expuestas al sol como el cuello, la nuca, el escote, los hombros, las orejas o el dorso de los pies. Y esto ocurre con mayor frecuencia en las primeras exposiciones de la época estival ya que se subestima la energía de la radiación solar en meses como marzo, abril, mayo, septiembre u octubre.
Otro error típico es pensar que si no estamos tumbados en la playa o piscina para tomar el sol, éste no nos afecta. Como es lógico, la radiación ultravioleta no discierne si la piel que encuentra en su camino está esperando broncearse o no, si está tumbado, sentado, de pie, caminando, corriendo o en bici. Es decir que aunque nosotros no estemos “tomando el sol”, el sol si nos está tomando a nosotros en cualquier lugar.