En los meses de verano las uñas sufren especialmente debido a la intensa exposición solar, los baños en el mar y en la piscina. Los rayos ultravioleta y la humedad prolongada por los baños, así como el cloro de las piscinas producen un daño visible en las uñas al mismo tiempo que las debilitan. Por este motivo es importante cuidar de forma cuidadosa las uñas en esta época del año. 

Hay tres puntos importantes que hay que tener en cuenta:

1. Evitar la exposición a agentes irritantes: agua caliente, jabones, detergentes, algunos alimentos… Se recomienda utilizar siempre que sea posible guantes de algodón debajo de los de látex o vinilo para prevenir el daño de las uñas secundario al contacto con estos productos.
2. La higiene: es muy importante pero debe realizarse con productos suaves sin jabones ni detergentes y nunca lavar las manos (y por lo tanto las uñas)  más de 4-5 veces al día. De esta forma evitaremos la irritación de la piel y el debilitamiento de las uñas. Se puede utilizar un cepillo suave para las uñas una o dos veces al día si es necesario pero esto no es obligatorio.
3. La hidratación: lo mejor para las uñas es aplicar aceite de almendras o similar sobre la lámina ungueal y la cutícula, realizando un ligero masaje sobre ésta última. Una vez al día es suficiente para mantener una uña fuerte e hidratada, siempre y cuando cumplamos con los dos puntos anteriores.

Si tenemos las uñas quebradizas o dañadas es necesario visitar al dermatólogo para hacer una correcta historia clínica y buscar las posibles causas. Existen múltiples causas, genéticas y ambientales que pueden influir en la apariencia de unas uñas laminadas, estria das o débiles. El estrés y ciertos déficitis nutricionales, así como el exceso de ejercicio físico pueden empeorar la situación de nuestras uñas, por lo que son aspectos que debemos cuidar en nuestra vida.

Si el dermatólogo encuentra algún problema orgánico que nos está producendo unas uñas quebradizas o dañadas podrá orientar el tratamiento más adecuado dirigido a la causa exacta del problema (hipotiroidismo, diabetes, infecciones, déficits nutricionales…).

Si la causa es la falta de atención al cuidado recomendado de las uñas la solución es sencilla: cambiar de hábitos. Si el problema es un disbalance entre los recursos ingeridos y los necesarios por el organismos se podrá compensar con un complemento alimenticio específico para las uñas (dieta vegetariana, exceso de ejercicio físico…).

La dieta y las uñas

Las uñas están formadas mayoriamente por queratina, una proteina natural de nuestro cuerpo a la que se unen algunas vitaminas del grupo B. Por este motivo se recomienda una dieta rica en proteinas tanto de origen animal como vegetal. En especial el hígado es un alimento considerado como una de las principales fuentes de proteinas y vitamina B al mismo tiempo. También son muy recomendables los frutos secos.

Como complemento a la dieta las cápsulas Piel, Cabello y Uñas de TUDERMA te ayudarán a un fortalecimiento de las mismas.