Muchas veces abrimos varios cosméticos a la vez, por ello, cuando nos queremos dar cuenta algunos de ellos llevan tiempo caducados.

En realidad, desde que la Unión Europea estableció que cualquier cosmético con caducidad superior a 30 meses no tienen obligación de poner la fecha de caducidad en el envase, nos encontramos que muchos cosméticos no tienen fecha de caducidad. Lo importante en estos casos, y en la mayoría de cosméticos es fijarse en el tiempo recomendado de uso después de su apertura (PAO).

Esos si, si notamos alteración en el color, la textura o el olor debemos retirarla. El perfumen en general se va perdiendo con el tiempo y eso es normal, pero si hay un cambio evidente en el mismo o aparece mal olor ya no sería válido.

En concreto los filtros solares tienen a desestabilizarse perdiendo eficacia, por lo que en este caso hay que ser muy estricto. Hay que protegerlos de la exposición directa al sol y del calor. Si caduca, cambia de color, de olor o se altera su textura hay que retirarlo. 

Los cosméticos que han sido expuestos al sol o fuentes cercanas de calor podrían contener sustancias tóxicas procedentes del propio envase que se mezclan con el contenido. Por esto es muy importante no exponer los recipientes al sol ni al calor.