La vida de los cosméticos se refiere al período durante el cual un producto cosmético es seguro y efectivo para su uso. Los cosméticos tienen una fecha de caducidad y una duración después de abrirlos (PAO) que indican cuánto tiempo es seguro utilizar el producto desde su fabricación y desde el momento en que se abre por primera vez, respectivamente.
La vida útil de los cosméticos puede variar dependiendo del tipo de producto y de los ingredientes utilizados en su formulación. Algunos cosméticos tienen una vida más corta debido a que pueden ser más susceptibles a la contaminación o a la degradación de sus ingredientes con el tiempo.
Todos los cosméticos que presentan una vida mínima inferior a los 30 meses están obligados a indicar la fecha de caducidad. Además, aquellos con una formulación estable que mantienen su seguridad y propiedades más allá de los 30 meses, deben indicar el tiempo máximo durante el cual pueden utilizarse sin riesgos después de su apertura. Esta información aparece en su etiquetado junto a un símbolo de tarro abierto seguida del plazo de tiempo en meses o años.
Debido a las condiciones de humedad y oxigenación de muchos cosméticos es posible la proliferación de microorganismos sobre ellos. En este caso, generalmente aparece un cambio en la textura, el olor o el color del producto de forma que el consumidor puede detectar el problema y desecharlo.
En cualquier caso, los cosméticos de calidad vienen preparados para que la probabilidad de que esto ocurra sea mínima. En caso de contaminación pueden aparecer problemas de tolerancia al producto como irritación o alergia en la piel que se solucionarán abandonando el uso del mismo.