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Manejo de la hiperhidrosis axilar para una mejor calidad de vida

Hiperhidrosis exceso sudoración

La hiperhidrosis axilar es el exceso de sudoración originado en axilas. No es infrecuente atender a estos pacientes en consulta. La importancia de este trastorno es la merma en la calidad de vida con impacto en las relaciones personales y el entorno laboral.

Lo habitual es encontrarla en pacientes que no asocian ningún otro trastorno (hiperhidrosis primaria). La causa es el exceso de producción de sudor en la glándula sudorípara. No se conoce bien por qué ocurre. Los síntomas pueden aparecer de forma imprevisible, con actividades que en situación de normalidad no producirían esta respuesta. Sabemos que el estrés emocional puede agravarla o desencadenarla.

El manejo es complejo aunque afortunadamente contamos con varios tratamientos tópicos, sistémicos e incluso quirúrgicos. El tipo de tratamiento debe ser individualizado y es guiado por criterios como la edad, intensidad de los síntomas o repercusión personal o laboral.

Los antitranspirantes tópicos son la primera medida terapéutica, sobre todo en casos leves. Son productos que se obtienen sin receta médica y contienen sales minerales (como sales de aluminio) en distinta concentración. Pueden tener distintas presentaciones (crema, loción, roll on). Actúan mediante bloqueo de la salida del sudor de la glándula sudorípara, pero no impiden la sudoración. La irritación de la piel es un efecto adverso bien conocido, pero puede minimizarse utilizando el producto por la noche, con la piel seca, y regulando el número de aplicaciones y concentración de las sales, según eficacia y tolerancia. Tradicionalmente ha existido preocupación acerca de la relación entre el uso de antitranspirantes axilares y el cáncer de mama, pero hasta ahora no ha podido demostrarse relación causal.

Otro tratamiento tópico disponible son los anticolinérgicos tópicos. Son sustancias que bloquean el paso de información neuronal que desencadena el estímulo de la sudoración, por lo que la disminuyen. Una de ellas es el glicopirronio tópico: está aprobado en España para su uso en hiperhidrosis axilar y ha demostrado disminuir la sudoración y mejorar la calidad de vida. Se ha asociado con buena tolerancia y efectos adversos leves. Es interesante conocer que existen estudios en niños entre 9 y 16 años en los que también se ha comprobado  su eficacia y seguridad. Hasta hace poco debía formularse, pero a partir de 2023 tenemos el producto farmacéutico comercializado desarrollado por un laboratorio.

Otro tratamiento anticolinérgico tópico es la oxibutinina. Está disponible en España en forma de parche transdérmico y está indicado (según ficha técnica) en otras patologías. Para hiperhidrosis puede administrarse en forma de parche o formulado en forma de gel o emulsión-gel. Ha demostrado en estudios mejorar la sudoración y calidad de vida, tanto en adultos como en niños. Pero no es un tratamiento aprobado de momento y no hay disponible un producto comercializado para esta indicación.

Existen también opciones por vía oral, como la oxibutinina oral. Está indicada en otras patologías, pero ha demostrado eficacia en disminuir la sudoración. Suele acompañarse de efectos secundarios como estreñimiento o boca seca. Estaría más indicado en hiperhidrosis que afecte a varias áreas corporales.

Uno de los tratamientos más conocidos es la infiltración de toxina botulínica. Actúa bloqueando la liberación de acetilcolina (el mensajero bioquímico que desencadena la sudoración) en la unión entre las fibras nerviosas y la glándula sudorípara. Es un tratamiento excelente para la región axilar y la duración del efecto suele ser de 6 a 8 meses. El procedimiento se realiza de forma ambulatoria (no es preciso ingreso), es un tratamiento no invasivo y prácticamente indoloro. Se aplica crema anestésica previamente para eliminar las posibles molestias.

Otro tratamiento disponible en hiperhidrosis axilar es la termolisis por microondas. Se realiza con un dispositivo que destruye las glándulas ecrinas mediante calor. El procedimiento se realiza también de forma ambulatoria y requiere anestesia local previa. Es de destacar que el efecto se mantiene a largo plazo.

Como última opción, contamos con la cirugía. Mediante la simpatectomía transtorácica se eliminan los centros nerviosos encargados de la sudoración. El procedimiento ha evolucionado mucho y se realiza de forma mínimamente invasiva. El efecto secundario más relevante es la hiperhidrosis compensadora, es decir, el aumento de la sudoración en otras zonas como espalda, o extremidades.

Dra. Beatriz Fleta