El acné se manifiesta principalmente en la cara, el escote y la espalda mediante la aparición de distintos tipos de lesiones inflamatorias y no inflamatorias, como granos rojos (pápulas), granos de pus (pústulas), puntos negros (comedones abiertos) y puntos blancos (comedones cerrados).
Según el predominio del tipo de lesiones que encontramos denominamos al acné como de tipo retencional o microquístico, inflamatorio o nodular. Y según la intensidad de las lesiones puede ser leve, moderado o severo llegando a producir gran afectación de la calidad de vida del paciente.
El acné es una enfermedad de la piel que con frecuencia deja marcas y cicatrices de por vida. Por eso es importante abordar su tratamiento desde el inicio de los síntomas para evitar sus posibles secuelas estéticas.
El acné retencional, comedoniano o microquístico se caracteriza por el predominio de puntos negros o microquistes blancos. Aunque en este tipo de acné no hay inflamación, puede ser persistente y evolucionar a formas más inflamatorias o severas.
Cuando la inflamación aparece, hablamos de acné inflamatorio o papulopustuloso, donde los comedones se inflaman y se convierten en pápulas (protuberancias rojas y sensibles) o pústulas (similares a las pápulas, pero con contenido purulento). Esta fase suele presentar enrojecimiento y molestias, requiriendo un tratamiento más específico.
En casos más avanzados, surge el acné noduloquístico, donde las lesiones inflamatorias son más profundas y dolorosas. Se desarrollan nódulos firmes bajo la piel que pueden transformarse en quistes, con un alto riesgo de dejar cicatrices permanentes si no se trata adecuadamente.
La forma más severa es el acné conglobata, caracterizado por lesiones inflamatorias extensas que se interconectan formando abscesos y fístulas. Esta variante es difícil de manejar y puede dejar cicatrices profundas, afectando significativamente la piel y la calidad de vida del paciente.
Cada tipo de acné precisa un enfoque de tratamiento específico, y el diagnóstico temprano es clave para evitar complicaciones y minimizar secuelas.