Los síntomas de la dermatitis seborreica pueden presentarse con distinta intensidad según la persona y la zona afectada. En muchos casos, la piel desarrolla parches inflamados que muestran una descamación característica. Estas escamas pueden ser blancas o adquirir un tono amarillento y tienden a desprenderse con facilidad, generando una apariencia de piel seca o irritada. Esta condición suele manifestarse en áreas con mayor producción de sebo, como el cuero cabelludo, las cejas, los laterales de la nariz y la parte central del pecho.
El picor y la sensación de ardor son otros síntomas frecuentes y, en algunos casos, pueden llegar a ser muy molestos. La irritación de la piel provoca una constante sensación de picazón que puede llevar al rascado, lo que a su vez puede agravar la inflamación y generar una mayor descamación. En el cuero cabelludo, la dermatitis seborreica suele presentarse como una caspa persistente que no mejora con champús anticaspa convencionales y que, en casos más severos, puede extenderse hacia la frente o la zona posterior de las orejas.
Además, diversos factores pueden agravar los síntomas y aumentar la frecuencia de los brotes. El estrés emocional y la falta de descanso pueden desencadenar o intensificar la inflamación, mientras que los cambios bruscos de temperatura, el clima frío o la humedad excesiva pueden empeorar la descamación y la irritación de la piel. En muchas personas, los síntomas fluctúan con el tiempo, alternando períodos de mejoría con brotes recurrentes, lo que hace que el control adecuado de la afección sea clave para mejorar la calidad de vida.
Causas de la Dermatitis Seborreica
La causa exacta de la dermatitis seborreica no se conoce por completo, pero se cree que es el resultado de una combinación de factores genéticos, inmunológicos y ambientales. Entre los principales desencadenantes se encuentran:
- Proliferación del hongo Malassezia. Este microorganismo, que forma parte de la flora cutánea normal, puede crecer en exceso en ciertas condiciones, desencadenando una respuesta inflamatoria en la piel que provoca los síntomas característicos de la enfermedad.
- Exceso de producción de sebo. La actividad excesiva de las glándulas sebáceas puede generar un ambiente propicio para la proliferación de Malassezia, lo que agrava la inflamación y la descamación.
- Factores genéticos. La predisposición hereditaria parece influir en la aparición de la dermatitis seborreica, lo que explica por qué algunas personas son más propensas a desarrollarla.
- Alteraciones en el sistema inmunológico. Se ha observado que personas con sistemas inmunológicos debilitados, como aquellas con VIH, enfermedades neurológicas (como el Parkinson) o en tratamiento inmunosupresor, tienen mayor predisposición a desarrollar esta afección.
- Factores ambientales y estilo de vida. El clima frío y seco, el estrés, la fatiga, la falta de sueño y una higiene inadecuada pueden favorecer los brotes o agravar los síntomas.