Cuando manipulamos lesiones en la piel de tipo puntos negros (comedón abierto), miniquistes (comedón cerrado) o granos de pus, producimos una agresión directa a la piel. Como consecuencia, la piel de esa zona se inflama de forma aguda haciendo que ésta aparezca roja, hinchada y descamada. Unos días después de manipular la piel, con frecuencia salen nuevos granitos en la misma zona. Esto es debido a la activación de la inflamación del folículo pilosebáceo que ocurre cuando apretamos o pellizcamos la piel.
Al aparecer nuevos granitos volvemos a manipular las lesiones entrando en un círculo vicioso que termina por producir pequeñas cicatrices y manchas, más difíciles de eliminar que el propio acné. Por este motivo no recomendamos la manipulación de las lesiones cutáneas en general sino buscar la ayuda médica de un dermatólogo ante la aparición de las primeras lesiones.
En cuanto al tradicional “triángulo de la muerte” es un concepto antiguo que se refiere a un problema médico importante llamado celulitis o infección del tejido subcutáneo. Cuando esta grave infección aparece en la zona del centro de la cara existe un riesgo de diseminación de la infección al cerebro, lo que constituye un riesgo para la vida. Sin embargo, la celulitis centrofacial es muy poco frecuente y no suele ocurrir por manipular granitos en la piel si no por otras alteraciones médicas asociadas.