Quería aprovechar el post de nuestro blog para hacer una reflexión de interés para todas aquellas mujeres con cáncer de mama, cáncer de ovario, cáncer de endometrio y cáncer de cervix (cuello de útero).
Es frecuente en estos tumores ginecológicos que se utilicen distintos fármacos de quimioterapia cuyos principales efectos secundarios aparecen precisamente en la piel. En ocasiones estas alteraciones de la piel o de las uñas pueden llegar a ser graves e incapacitantes por lo que requieren la suspensión o reducción de dosis o espaciamiento de los ciclos de tratamiento.
Me gustaría llamar la atención sobre la importancia de los cuidados de la piel previos al inicio de la quimioterapia y radioterapia, especialmente de la cara, las manos, las uñas y la cavidad oral ya que su integridad es fundamental en nuestros quehaceres diarios.
Los principales efectos secundarios de la piel por tratamientos de quimioterapia son: piel seca, picor, erupciones cutáneas, síndrome mano-pie y erupciones acneiformes.
Hoy en día sabemos que una correcta higiene e hidratación de la piel así como un tratamiento precoz de los efectos secundarios cutáneos que aparecen por la quimioterapia evitan en la mayoría de los casos las complicaciones cutáneas severas. Es muy importante que estos pacientes hagan una revisión dermatológica y odontológica previa al inicio del tratamiento con quimioterapia y radioterapia así como visitas pautadas por indicación del profesional para comenzar con el tratamiento más adecuado ante la mínima complicación y lo antes posible.
En cuanto a la caída de pelo o alopecia no existen a día de hoy tratamientos eficaces que lo eviten pero es interesante conocer que en la mayoría de los casos el pelo se recupera con el tiempo. Durante el tiempo que dure el tratamiento se pueden utilizar pañuelos, prótesis o pelucas, según lo que a cada mujer mle haga sentir más cómoda. Es importante cubrir la cabeza, en verano para evitar la exposición solar y en invierno para evitar el enfriamiento del cuero cabelludo.
Una vez comience a crecer de nuevo el pelo, el dermatólogo podrá prescribir ciertas medicaciones para acelerar su crecimiento. La velocidad normal de crecimiento del pelo es de 1cm/mes aunque al principio puede ser más lenta tras un tratamiento de quimioterapia o radioterapia.
En cuanto a las uñas es muy frecuente que se alteren con la quimioterapia. Pueden aparecer líneas horizontales o verticales, despegarse del lecho ungueal o cambiar de color. A veces se inflama la piel que rodea la uña por lo que puede sobreinfectarse y/o crear tejido de granulación (granuloma piógeno) produciendo graves molestias a la mujer. Una vez más, la inspección periódica por el dermatólogo así como los tratamientos preventivos y precoces pueden evitar su aparición.