A medida que envejecemos, nuestra piel experimenta una serie de cambios naturales. A partir de los 40 años, es común notar la aparición de líneas finas de expresión, arrugas, manchas, ojeras y bolsas. Aunque estos cambios forman parte del proceso de envejecimiento, es recomendable prestarles atención para cuidar nuestra piel de forma saludable. La Dra. Virginia Sánchez, dermatóloga nos brinda su experiencia y consejos para mantener una piel saludable después de los 40.
Es habitual que hacia los 30 años comiencen a aparecer arrugas de expresión en el tercio superior del rostro, como las conocidas patas de gallo, entrecejo y arrugas en la frente. Sin embargo, debido a factores genéticos y del fototipo de cada persona, algunas pueden experimentar manchas, ojeras o bolsas antes de los 40 años. Pasados los 40 años, la flacidez de la piel se hace más evidente, manifestándose como laxitud al pellizcarla, arrugas finas en las mejillas al sonreír o una leve caída del párpado superior.
Aunque las arrugas de expresión y la flacidez son problemas estéticos, no médicos, puedes consultar a un dermatólogo para tratarlos de manera preventiva, ya que tienden a empeorar con el tiempo. En el caso de las manchas, siempre es recomendable acudir a un dermatólogo para asegurarse de que son lesiones benignas. Las personas con fototipos bajos (I a III), es decir, pieles claras, tienen un mayor riesgo de desarrollar manchas prematuras que podrían malignizar con el paso de los años. En estos casos, se recomienda acudir a revisiones dermatológicas desde que se noten la aparición de lesiones nuevas en zonas específicas de la piel del rostro, escote o parte alta del tronco.
Además, el estrés y la preocupación excesiva generan oxidación celular y envejecimiento, que afectan a todo el organismo, incluyendo la piel. Esto puede manifestarse en una coloración apagada, amarillenta y mayor sequedad de la piel.
La Dra. Virginia Sánchez destaca la importancia de la fotoprotección oral y tópica, especialmente en fototipos bajos (I-III). Además, se recomienda seguir una rutina diaria de limpieza e hidratación facial y utilizar cosméticos con activos preventivos y tratantes del envejecimiento cutáneo. Para aquellos que deseen prevenir los signos del envejecimiento, se sugiere buscar la ayuda de un médico o dermatólogo estético que pueda tratar las arrugas de expresión, la flacidez y las manchas de manera temprana.
Como productos que pueden ser preventivos para un buen cuidado de la piel, la dermatóloga recomienda el “Serum Iluminador TUDERMA” por su efecto preventivo de la oxidación celular y las “Cápsulas Antioxidantes y Antienvejecimiento TUDERMA” que ayudan a prevenir el daño solar, las alergias al sol y el cáncer de piel.
A partir de los 40 años, es normal que la piel experimente cambios y se presenten arrugas, flacidez, manchas y otras imperfecciones. Si bien algunos de estos cambios son parte del proceso de envejecimiento, es importante cuidar adecuadamente nuestra piel y buscar asesoramiento dermatológico cuando sea necesario. Sigue los consejos de la Dra. Virginia Sánchez para mantener tu piel saludable y utiliza productos contrastados por médicos como los ofrecidos por TUDERMA, para mejorar su apariencia y prevenir los signos del envejecimiento.