Neuromoduladores

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La toxina botulínica es una proteína que, aplicada en pequeñas dosis, produce un efecto de relajación de los músculos faciales, logrando que las arrugas se atenúen o desaparezcan sin alterar la expresión natural de la cara.

Al relajar de forma selectiva estos músculos utilizados en la expresión facial, conseguimos suavizar o eliminar las arrugas cutáneas permanentes que se han formado por la contracción muscular repetida, y que se asocian, no sólo al envejecimiento, sino también a expresiones como el mal humor, estrés o tristeza.

Además, con su uso continuado, podemos prevenir la formación de nuevas arrugas y favorecer por tanto una expresión más agradable y natural.

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Descripción

El efecto es transitorio y dura entre 5 y 6 meses dependiendo de la zona y del paciente.

¿Es seguro?
Muy seguro. Los neuromoduladores (como la toxina botulínica o bótox), gracias a su acción relajante sobre los músculos, se lleva empleando desde hace más de 20 años para el tratamiento de alteraciones neurológicas y oftalmológicas con gran seguridad y eficacia. Actualmente millones de personas realizan este tratamiento con fines estéticos. En nuestra larga experiencia con procedimientos estéticos, éste se trata sin duda del que ofrece mejores resultados en cuanto al riesgo-beneficio que conlleva. Hasta la fecha no se ha descrito ningún efecto adverso grave como consecuencia de su uso en cosmética.

¿Es doloroso el procedimiento?
Produce sólo una ligera molestia ya que se aplica mediante una aguja muy fina. En personas muy sensibles al dolor se puede utilizar anestesia tópica previa al tratamiento para eliminar esta molestia.

¿En qué zonas se aplica?
En aquellas donde las arrugas son más visible: entrecejo, patas de gallo, frente y en determinadas personas también se utiliza en el tercio inferior de la cara: en el arco mandibular para conseguir un efecto lifting y en el cuello (platisma) para relajar las cuerdas del cuello (bandas platismales).

Su aparente sencillez exige un buen conocimiento de cómo interactúan los músculos de la cara entre sí, ya que al relajar determinados músculos hacemos que otros tengan un papel más importante para realizar los gestos. Es un producto que no se puede inyectar de forma arbitraria. Debe ser aplicado con total respeto a la personalidad y a las características faciales de cada persona. El médico debe decidir la dosis correcta y los puntos de aplicación específicos para que las expresiones sigan siendo el reflejo natural de la propia personalidad.

Otras indicaciones
Este procedimiento con neuromoduladores, ha demostrado también ser muy eficaz en el tratamiento de la hiperhidrosis (exceso de sudoración) axilar y palmar y para la corrección de las asimetrías producidas por la parálisis facial.

Ventajas de los neuromoduladores

  • Resultados más naturales que la intervención quirúrgica. El objetivo es “relajar”, no “paralizar”, y por tanto, la mirada y la mímica facial no pierde el gesto natural.
  • Tratamiento seguro: sin problemas para nuestra salud.
  • Tratamiento rápido: el procedimiento dura unos minutos, pudiendo continuar el paciente de manera inmediata con su vida normal.
  • Rapidez en el efecto: la desaparición de las arrugas de expresión de la piel comienza a producirse a las 48 horas de la infiltración. El efecto es máximo a partir de los 15 días.