La sudación excesiva es un proceso fisiológico gracias al cual podemos mantener la temperatura corporal en un rango óptimo para las funciones vitales de nuestro organismo. La transpiración disminuye la temperatura corporal en las situaciones en las que se produce un aumento de la misma como son el ejercicio, la fiebre o el calor ambiental. Aunque la sudoración sea un proceso natural y necesario, un 2-3% de la población está afectada por una condición denominada hiperhidrosis, consistente en un exceso no fisiológico de la producción de sudor. Ésta suele afectar a palmas, plantas y axilas y, aunque no sea un problema de salud grave, puede condicionar de manera importante la calidad de vida del paciente y sus relaciones personales y profesionales.
A pesar de que la hiperhidrosis es crónica, los dermatólogos tenemos un arsenal de tratamientos que nos permiten controlar la producción de sudor en estos casos. De esta manera nuestros pacientes pueden convivir en su vida diaria con este problema, sin miedo a dar la mano o a mojar su ropa.
Soluciones antitranspirantes:
Contienen cloruro de aluminio. Son eficaces en la hiperhidrosis axilar, aunque no tanto en la que afecta a palmas/plantas. Su principal efecto secundario es la irritación de la piel a nivel local. La principal limitación que encontramos los especialistas es que el cuerpo suele generar tolerancia a estos productos, perdiendo eficacia estos compuestos con las sucesivas aplicaciones…
Iontoforesis:
Se basa en el principio de que cuando se somete a la piel a una corriente alterna se favorece la penetración de principios activos a través de la misma. En el caso de la hiperhidrosis la propia corriente sería capaz de disminuir la producción de sudor, parece que mediante el cierre del poro. Para estos tratamientos es necesario disponer de aparatos capaces de generar estas corrientes. Estos pueden consistir en electrodos que, en seco se colocan en las zonas a tratar o recipientes en los cuales se sumergen las zonas a tratar. Estos segundos aparatos son más completos puesto que nos permiten diluir en el agua principios activos para la hiperhidrosis. La principal limitación de este tratamiento es el alto coste de los aparatos y el tiempo que necesita el paciente para someterse a la terapia
Fármacos anticolinérgicos
Entre ellos se encuentra el glicopirrolato y la oxibutinina que pueden administrarse por vía oral. No obstante, debido a los efectos secundarios (sequedad bucal y ocular, retención urinaria, estreñimiento), solemos formularlos en excipientes de aplicación tópica por sus menores efectos secundarios. Para ello empleamos fórmulas magistrales de glicopirrolato 0,5%-2%
Toxina botulínica
Se trata del tratamiento no quirúrgico más eficaz. Empleada desde hace más de 20 años, ha supuesto para los dermatólogos un hito en el tratamiento de la hiperhidrosis tanto axilar como palmar. Se trata de la infiltración superficial de toxina botulínica en la zona a tratar. Es un tratamiento rápido y apenas molesta. Los síntomas remiten en un plazo máximo de una semana tras la inyección y persisten durante 6-8 meses, dependiendo del paciente, por lo que transcurrido este tiempo es necesario realizar un nuevo tratamiento. Para aplicar la toxina botulínica en las axilas no es necesario padecer una hiperhidrosis severa. Puede utilizarse en casos de sudor asociado a mal olor o simplemente durante los meses de primavera y verano para evitar las frecuentes manchas en las camisas o camisetas.
Tratamiento quirúrgico: simpatectomía
Consiste en una intervención quirúrgica mediante la cual, mediante videotoracoscopia, se seccionan a nivel torácico, los ganglios simpáticos que inervan las glándulas sudoríparas de palmas y axilas. Dicha intervención es llevada a cabo por los cirujanos torácicos y, a día de hoy, se considera un tratamiento definitivo para la hiperhidrosis palmar y axilar, una vez se han asumido los riesgos de una cirugía de este calibre. La eficacia es elevada e inmediata. Sin embargo, un altísimo porcentaje de pacientes intervenidos desarrollan sudoración paradójica (un exceso de sudoración en otras zonas como muslos, abdomen o espalda).
Esperamos que esta información haya sido de vuestro interés y este verano no nos tengamos que preocupar por los tejidos o colores de la ropa que utilicemos.